Aceite de cannabis con CBD para el cáncer
Actualizado: 14 oct 2022

En muchas culturas, el cannabis ha sido utilizado como medicina natural durante siglos, especialmente en el este, donde ha sido empleado de forma intuitiva junto con otros tipos de medicinas herbarias. En Europa, en cambio, nuestras prácticas médicas se basan en la evidencia clínica (para comprobar la efectividad de los medicamentos), por esta razón el cannabis no se acepta como medicina, aunque la investigación todavía se encuentra en la etapa inicial.
Hoy en día, el hecho de mencionar cannabis y cáncer en una misma frase puede parecer algo controvertido. Aun así, la polémica no impide utilizar cannabis a pacientes con cáncer en el Reino Unido. Son la prueba viviente de que el aceite de cannabis aporta el alivio que necesitan los miles de personas que cada año reciben un diagnóstico de cáncer.
Desde un punto de vista ético, es indudablemente inaceptable dar falsas esperanzas sobre su pronóstico a pacientes con cáncer. Pero también creemos que estas personas deberían poder elegir el método de tratamiento que prefieran.
Este artículo está dedicado a aquellos que quieran saber más sobre el uso del aceite de cannabis con CBD para el cáncer. Para comprender mejor cómo el cannabis y el CBD podrían ayudar, es importante entender en primer lugar cómo se desarrolla el cáncer.
¿Qué es el cáncer?
Cáncer es el término genérico que engloba un conjunto de enfermedades producidas por anormalidades en las células del cuerpo. La enfermedad puede aparecer en personas de todas las edades y en cualquier parte del cuerpo, aunque existen algunos factores que pueden influenciar negativamente. Algunas de las causas del cáncer son: una mala alimentación, un estilo de vida muy sedentario, malos hábitos y factores hereditarios, entre otros.
La enfermedad, la causa y el pronóstico pueden variar mucho de un paciente a otro, pero, en general, el cáncer es provocado por anormalidades en el material genético de las células.
El material genético (nuestro ADN) es el responsable de la división y renovación de las células del cuerpo y tiene que asegurarse de que siempre haya suficientes células nuevas para mantener y defender las funciones vitales del cuerpo. Cuando nuestro ADN está dañado, deja de producir células sanas. El daño puede estar presente desde el nacimiento (debido a un defecto genético) o puede aparecer a lo largo de la vida debido a malos hábitos.
Al perder el material genético anormal el control de la producción celular, aumenta el riesgo de un crecimiento desinhibido de las células. Así es como se desarrollan los tumores. Cuando la división de las células normales es demasiado rápida y se crean masas relativamente inofensivas, el tumor es benigno; y cuando el ADN dañado provoca un crecimiento anormal de células que mutan, estas se convierten en tumores malignos y, por lo tanto, en cáncer.

¿Cómo puede ayudar el cannabis?
Así como el pronóstico, el tratamiento y el tipo de cáncer varían, los beneficios potenciales del cannabis también pueden ser distintos en cada caso.
El aceite de cannabis con CBD puede actuar en cada paciente en particular de varias maneras. Esto lo han confirmado tanto investigadores del cáncer como experiencias de pacientes que durante décadas han combatido la enfermedad con cannabis. Estas pruebas demuestran que el aceite de cannabis actúa positivamente en pacientes con cáncer en distintas etapas de su progresión, incluyendo:
Cuidados paliativos (tratamiento sintomático)
Tratamientos complementarios
Lucha contra el tumor y prevención
1. El cannabis para cuidados paliativos
El tratamiento del cáncer es para muchos pacientes mucho más agotador que la propia enfermedad. Aunque existen muchas opciones, los tratamientos más comunes son la radiación, la quimioterapia y las intervenciones quirúrgicas. Estos métodos con frecuencia causan toda una serie de efectos adversos desagradables, por ejemplo:
Náuseas y/o vómitos
Dolores
Pérdida de peso
Heridas, edemas o infecciones
Falta de apetito
Insomnio y otros problemas de sueño
Ansiedad
Depresión

Desde 1975, los investigadores han prestado mucha atención a la acción de los cannabinoides en las células cancerosas. Como los cannabinoides han sido principalmente estudiados en el área de los cuidados paliativos, la ciencia se ha centrado en aliviar los síntomas del cáncer y los efectos secundarios de los tratamientos.
Los estudios muestran que el aceite de cannabis con CBD alivia eficazmente los síntomas de la enfermedad, pero los pacientes también pueden tomarlo para:
Reducir las náuseas
Aliviar el dolor
Beneficiarse de las propiedades antiinflamatorias del CBD
Recuperar el apetito
Aliviar sensaciones de ansiedad y depresión
Mejorar la calidad del sueño y sentirse con más energía durante el día
El aceite de cannabis con CBD puede ayudar a reducir muchos de los efectos secundarios de los tratamientos que reciben los pacientes con cáncer, así como los síntomas de la enfermedad. Esto contribuye a mejorar tanto su calidad de vida como su motivación y esperanza en la lucha contra su enfermedad. Pero, en realidad, el cannabis puede hacer mucho más que esto. La ciencia ha dado con resultados mucho más interesantes al administrar CBD a pacientes con cáncer durante su tratamiento.
2. Cannabis como opción de tratamiento complementaria
En los últimos años, la investigación sobre la combinación de tratamientos convencionales contra el cáncer y aceite de cannabis con CBD ha ido ganando terreno, y el uso médico del cannabis está recibiendo poco a poco la aceptación de médicos y expertos. Los estudios se centran sobre todo en cannabinoides sintéticos o aislados, es decir, copias o compuestos individuales extraídos de las sustancias activas de la planta de cannabis. Los resultados son muy prometedores.
Los cannabinoides mejor y más investigados son el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD). Ambos han demostrado tener efectos positivos en las náuseas, el dolor, el apetito y las inflamaciones, y todavía se sigue investigando. Estudios preliminares también han mostrado que el CBD podría potenciar la eficacia de la quimioterapia y así aumentar la eficiencia de los tratamientos convencionales contra el cáncer.
Recientemente, se ha descubierto en estudios con animales que el CBD ayuda a reducir las tasas de supervivencia de las células cancerosas activando la respuesta innata del cuerpo contra los tumores. De hecho, el cuerpo es capaz de frenar la propagación de células cancerosas, pero un desequilibrio en los niveles de enzimas puede limitar esta capacidad. El CBD ayuda al cuerpo a recuperar este equilibrio natural y, por lo tanto, a limitar la propagación del cáncer. Por ejemplo, se ha demostrado que el CBD puede contener las reacciones del cuerpo responsables de las metástasis del cáncer de mama y de pulmón.
Concretamente, el CBD puede reducir la función inmunitaria que transporta las células a través del cuerpo. El objetivo del transporte de las células es proteger al cuerpo de infecciones, pero cuando nuestro ADN produce células anormales, el sistema inmunitario es incapaz de proseguir con sus funciones de forma normal; se estresa porque no puede reparar o eliminar las células cancerosas por sí mismo. La acción del CBD es en este sentido especialmente valiosa, ya que al reducir la migración celular impide que las células

cancerosas se expandan. Y, al mismo tiempo, el aceite de CBD reduce las inflamaciones que causa el ambiente ácido (niveles bajos de pH) en el que las células cancerosas prosperan.
Por lo tanto, el CBD tiene el potencial de regular y reprimir el sistema inmunitario. La acción de la quimioterapia es bastante similar, ya que también contiene al sistema inmunitario poniéndolo en pausa y eliminando las células que la función inmunitaria dañada ya no puede suprimir por sí misma. Así que el CBD ayuda al cuerpo a activar sus propias habilidades para luchar contra el cáncer. Por ello, la diferencia más importante entre la quimioterapia y el CBD tal vez sea que el CBD causa muchos menos efectos secundarios.
Por desgracia para pacientes con cáncer en ciertos países, la ciencia todavía no ha podido identificar con exactitud porqué el CBD actúa de este modo sobre las células cancerosas y el crecimiento de tumores. Según una de las teorías, el CBD estimula la producción de especies reactivas del oxígeno (ERO), que son puro veneno para las células cancerosas y contribuyen en su eliminación. Otra teoría sugiere que el CBD junto con otros cannabinoides previene la degradación de la anandamida, un cannabinoide capaz de reducir el crecimiento de los tumores.
El sistema endocannabinoide y el cáncer
Los endocannabinoides son como los cannabinoides de la planta del cannabis, pero producidos por nuestro propio cuerpo. A los cannabinoides de las plantas también se les llama fitocannabinoides; fito es de origen griego y se refiere a “planta”, del mismo modo que el prefijo endo en griego significa “dentro”.
Todo el sistema del cuerpo encargado de la producción de endocannabinoides, que también incluye al sistema inmunitario y al sistema nervioso central, se conoce como sistema endocannabinoide. Está formado por un conjunto de receptores repartidos por todo el cuerpo que se encargan de recibir los cannabinoides, tanto los procedentes de plantas, los producidos por el propio cuerpo como los sintéticos.
El sistema endocannabinoide utiliza los cannabinoides para regular la reacción del cuerpo frente a enfermedades. Muy probablemente esta sea la razón por la que se han observado altos niveles de endocannabinoides y receptores de cannabinoides hiperactivos en pacientes con varios tipos de cáncer, sobre todo en tipos de cáncer agresivos. Esto indica que los endocannabinoides podrían ser utilizados por el cuerpo para destruir el cáncer.
Si los endocannabinoides no son capaces de frenar el crecimiento y la propagación de las células cancerosas, significa que existe un desequilibrio en el cuerpo y, como consecuencia, el sistema inmunitario se vuelve hiperactivo. Se cree que esto también debe estar estrechamente relacionado con la aparición de cáncer, debido a los ácidos que produce la respuesta inflamatoria del sistema inmunitario. Intentando protegerse, el cuerpo termina empeorando las cosas.